El pasado 12 de enero y 17 de febrero, Jokin Bildarratz, Consejero de Educación; Begoña Pedrosa, Viceconsejera de Educación; Eugenio Jiménez, Director de Centros y Planificación y Amaia Urzelai, Responsable de la Delegación Territorial de Gipuzkoa, se acercaron a visitar la Escuela Pública Urdaneta de Ordizia para conocer de primera mano la situación de grave desequilibrio existente en la distribución del alumnado según el origen de las familias entre los centros escolares del municipio, que se viene denunciando en los últimos años.
Ordizia es la localidad de la CAV con mayor tasa de inmigración entre los municipios con más de 10.000 habitantes (18,35%). Si nos atenemos a los datos de escolarización, este dato es aún mayor ya que el 23% de las familias del alumnado escolarizado tiene su origen en el extranjero. La escuela pública acoge al 87% del alumnado cuyas familias tienen origen extranjero. Este desequilibrio es todavía mayor en Educación Infantil. Esta situación se ve agravada a consecuencia del alumnado que viene una vez comenzado el curso. De hecho, el 86% de los alumnos que se matriculan una vez comenzado el curso escolar se destinan a la Escuela Pública.
En las visitas realizadas, el Consejero de Educación expuso como causa y principal solución del desequilibrio entre las escuelas de Ordizia el alumnado de familias con origen en el extranjero. Sin embargo, los miembros de la Escuela Pública de Ordizia le explicaron, a través de datos y poniendo de manifiesto las consecuencias de cada medida y decisión, que el equilibrio entre los dos centros de Ordizia depende de la matriculación de las familias con origen local y en el cumplimiento de las normas actuales.
Según el Ararteko y la Fiscalía de Gipuzkoa, en el curso 2018-19, el Departamento de Educación actuó de forma irregular, tanto en la planificación como en la matriculación. 11 familias de origen en Euskal Herria, cumpliendo la normativa de matriculación, sobrepasaron las plazas planificadas en la ikastola Jakintza. Si el Departamento de Educación hubiera derivado estos alumnos a la escuela pública, el desequilibrio se habría reducido en 14,2 puntos, significativamente más que con cualquier otra medida. Por el contrario, con la decisión adoptada por el Departamento de Educación persiste el problema de raíz y se corre el riesgo de perpetuar o aumentar el desequilibrio.
En la reunión, los responsables de educación propusieron como solución para reconducir la situación promover iniciativas a nivel local y derivar al alumnado que se matricule una vez iniciado el curso escolar a la escuela concertada. Sin embargo, esta última medida, además de centrarse en el alumnado de familias de origen extranjero, tendría un escaso impacto en el equilibrio tanto a corto como a medio-largo plazo.
Según el Defensor del Pueblo vasco, en su resolución 2019R-597-19 del 6 de noviembre de 2019, la voluntad de las familias no puede ser el único criterio a considerar a la hora de establecer la programación educativa. La sola voluntad de las familias no puede generar desequilibrios y anteponerse a la cohesión y convivencia en el municipio dado que esta situación dificulta las condiciones para llevar a cabo una adecuada gestión de la diversidad en los centros y en el municipio. Y como consecuencia de ello, también se ven afectados aspectos tan importantes como la convivencia, la inclusión social y la euskaldunización.
Los representantes de la comunidad educativa de la escuela pública de Ordizia presentaron a los responsables de educación las iniciativas realizadas a lo largo de estos últimos cuatro años tanto a nivel local, como a nivel autonómico, y pidieron al Consejero que adopte las medidas correctoras necesarias para equilibrar la distribución del alumnado entre los centros del municipio y haga caso a las recomendaciones realizadas a petición del Ararteko.
Para ello, la comunidad de la Escuela Pública de Ordizia considera imprescindible que en los dos centros escolares de Ordizia, se adopten medidas para garantizar el equilibrio entre el alumnado de familias con origen local y con origen en otros países. A la vista de las matriculaciones de los últimos años en cuanto al origen de las familias en cada uno de los centros, considera imprescindible para corregir el desequilibrio limitar el número de aulas y líneas autorizadas y planificadas en Educación Infantil en la ikastola Jakintza, y que cuando se completen el número de aulas y solicitudes planificadas, el excedente de alumnado se derive a la Escuela Pública de Ordizia.
Los representantes de la Escuela Pública de Ordizia no comparten las medidas propuestas por el Consejero de Educación. En Ordizia, están en juego el presente y el futuro de la Escuela Pública, así como la convivencia, la adecuada gestión de la diversidad, la inclusión social y la euskaldunización. Por lo tanto, la comunidad educativa de la Escuela Pública de Ordizia solicita al Departamento de Educación que adopte de manera inmediata medidas eficaces para corregir el desequilibrio existente en el municipio.
La comunidad de la Escuela Pública Vasca de Ordizia